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La
pequeña gran
historia del Maratón
Verano
de 1984. El entonces concejal de Deportes, Manuel Cosgaya,
está un tanto preocupado. Todo tiene que funcionar
para que el Maratón sea un éxito, las instalaciones
deportivas municipales son las que son y hay que adaptarse
a ellas. El entonces equipo de gobierno municipal ha aceptado
el envite, el empuje de la propia sociedad, capaz de organizar
su propia competición deportiva. Ya se han realizado
los ajustes técnicos para celebrar un acontecimiento
de esta magnitud. La apuesta, al menos impone respeto.
Mayo de
2003. Han pasado diecinueve años desde que Leandro
Martín puso a punto la instalación eléctrica
para que se pudiera jugar por la noche, desde que un grupo
de personas de diversos ámbitos, ideas y profesiones,
apoyados por una empresa privada, organizaran la competición
deportiva de Aranjuez de mayor calado social.
Han pasado casi dos décadas desde que Daniel Heredero,
que por aquel entonces apenas tenía diez años,
miraba admirado a Pepín, a Sánchez Martín,
a Michel a todos los ídolos que de posar en los posters
de encima de su cama pasaron a ser carne y hueso en esta gran
fiesta que es el Maratón. O la Maratón porque
basta decir una única palabra (Maratón) para
referirse a este híbrido entre la competición
deportiva, la convivencia, la perseverancia, la fidelidad,
el dinamismo, el trabajo, la ilusión y el espectáculo.
  
Por aquel entonces
Han pasado diecinueve años desde que todo empezó.
Y no fue fácil, desde luego que no, ofrecer a inicios
de los años 80 una alternativa a la juventud. Eran
otros tiempos, la sociedad vivía otro momento diferente
al actual, la heroína azotaba a la juventud y organizar
el maratón era también ofrecer una alternativa
a todos esos problemas sociales. Una alternativa basada en
el deporte y la vida sana, cuenta Félix Rodríguez,
uno de los pioneros de esta competición. Éramos
un grupo de amigos unidos por la amistad y el fútbol,
dice Félix mientras recuerda como a las 39 años
pudo ser campeón del Maratón, Era un chaval,
comenta en un ambiente jovial que impera en esta reunión
de veteranos en el que todos parecen mirarse diciendo que
fue ayer. Aunque está claro que no es así. No
hay que más que escuchar a Ángel Heredero, organizamos
el Maratón con la ayuda de lo que en esos momentos
eran nuestras novias, éramos solteros y yo tenía
el pelo por aquí, comenta mientras se lleva el
dedo a los hombros. Para Ángel, la voz siempre autocrítica,
la constante preocupación por mejorar la competición,
el maratón es una forma de relación social.
E incluso relación familiar, como apunta Lazaro Lindo:
en mi equipo jugábamos toda la familia, padres
e hijos, hermanos,
, el maratón es una fiesta,
una especie de fiestas del pueblo del fútbol sala,
el broche de oro a la temporada.
No sólo fútbol
Si embargo, esto del Maratón no es sólo fútbol,
como apunta Amalio Ángel, una persona muy vinculada
al balonmano de nuestra localidad, quien ha sido de todo en
el maratón, entrenador, espectador y jugador. Su empeño
por mejorar la fiesta es tal que aprovecha la entrevista para
proponer un nuevo torneo, el Maratón de veteranos.
Aunque si hay alguien ajeno al fútbol en la organización
es Juan Antonio Martínez, del departamento médico,
quien ante un ambiente eminentemente futbolero comienza su
intervención diciendo no he jugado al fútbol,
no me gusta el fútbol pero llevo desde el primer maratón
por amistad. Juan Antonio cuenta que ha masajeado a
medio Aranjuez en esta competición. Estuve solo
15 años 36 horas seguidas atendiendo a los jugadores
del maratón, asegura al tiempo que modestamente
le resta importancia a su labor diciendo cuando comienza
el maratón se viene a ver a los amigos. Aunque
en estos años ha cambiado mucho la preparación
de los jugadores y sus conocimientos sobre la educación
física comenta. Y es que ni lo jugadores, ni
el público, ni las instalaciones son las mismas ahora.
Dice Antonio Merino que no se pueden comparar las instalaciones
municipales de las que se disponía cuando comenzó
el Maratón. Un tema muy discutido siempre en
el seno de la organización en que algunos opinan que
el maratón no sería lo mismo si no se jugara
en canchas de tan desigual calidad y del que otros creen que
si las instalaciones fueran mejores tendríamos un maratón
aún mejor. Pero el Maratón es y ha sido siempre
así, como lo es en el fútbol la labor de los
árbitros de quien se exige estar al más
alto nivel cuando el nivel de competitividad es mayor,
dice Merino, defensor de su gremio al igual que Carlos Ángel
Jiménez, para quien existen en nuestro Maratón
tres niveles de competitividad: los equipos que vienen a disfrutar
de unos cuantos partidos, los equipos de las ligas locales
y los equipos con grandes fichajes. Aunque claro no habría
competición si no existieran los árbitros: Un
partido existe cuando hay un árbitro, asegura.
Un elemento tan imprescindible como el de los jugadores: altos,
bajos, derechos, zurdos, porteros, cierres, delanteros, temperamentales,
tranquilos, malos, regulares, buenos y excepcionales a los
que da gusto ver jugar, como es el caso de Rufino Martínez
y Manolo Alonso, un par de Zidanes con los que
ha contado esta competición. Dice Rufino, ganador junto
a Manolo de tres maratones, que en aquella época nos
gusta dejar todo por un rato y venir a jugar al fútbol,
hablar de fútbol, en definitiva vivir el fútbol.
Para ellos esta era la cita más importante del
año, la mayor ilusión.
Ellos recuerdan los maratones que ganaron el (2º,4º y 7º)
como recuerda Paco Cavero como se vivía antes el maratón,
sin dormir, como ha organizado uno y otro equipo año
tras año. Paco es de los que vive el fútbol
sala, cuenta las pequeñas historias del maratón
con ilusión y hasta es capaz de sacar una foto de su
bolsillo de las glorias históricas del maratón,
del fútbol sala de Aranjuez. Al mismo tiempo se pregunta
¿Cuántos Maratones ha parido este Maratón?
Mujeres al poder
Y es que esta idea fue pionera en su idea, se hacía
cualquier cosa por jugar, se pintaban las rayas, las
redes, el primer año me traje unos focos del taller,
lo importante era jugar, cuenta Leandro Martín,
una de las personas que reconoce que al principio nos
ayudaron mucho nuestras mujeres. Porque en esto del
maratón las mujeres han contribuido desde el principio.
Hay quien recuerda a Conchi e Isabel Martos a Teresa Tabernilla
ayudando a recoger la documentación de los equipos,
preparando las bolsas de la equipación llevando y recogiendo
las actas de las mesas. Hasta, Nerea, la última en
apuntarse al carro casi de forma accidental que parece no
salir de su continua sorpresa cuando ve como la gente vibra
con esto del Maratón. Y es que desde las lágrimas
de Daniel Heredero porque era muy pequeño y no le dejaban
jugar hasta la alegría del último equipo ganador
ha pasado mucho tiempo, muchas horas de ilusión y esfuerzo.
Dice Pepe Vaquero, todo un veterano del periodismo local,
que la ilusión ha sido la constante desde el
primer maratón, la ilusión de lo que denomina
un espectáculo. El espectáculo en
el que lo más difícil es hacerlo fácil,
como cuenta con voz pausada Toni Sánchez Martín,
un ex jugador de fútbol profesional que militó
en el Alavés. Él asegura que el maratón
es más grande porque no lo maneja la administración
y que antes se vivía más intensamente eran veinticuatro
equipos y la gente no se iba a casa. Aunque Sánchez
Martín no ha sido el único deportista profesional
que ha estado relacionado siempre con el Maratón, también
Casimiro Moreda quien cuenta que el objetivo y lo que aporta
el maratón a la sociedad puede ser perfectamente animar
a que la gente joven haga deporte.
Aunque animar en el más amplio sentido de la palabra,
el que anima realmente el Maratón es Lorenzo Martos,
la perseverancia, la energía, la fidelidad, el esfuerzo,
el arrojo, el que ha sido capaz de unir durante muchos años
a gentes de diferentes ámbitos en un proyecto común,
lo que es en definitiva el Maratón de Fútbol
sala Nomavisión Tien 21.
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